El Tartufo de Moliêre
Jean Baptiste Poquelin, conocido como Molière, de descendencia burguesa nació en Francia (1622-1673). Fue poeta, actor y dramaturgo y se relacionó con la corte real desde edades tempranas al ser su padre tapicero real. Dejó su imperecedera huella en la literatura francesa y universal con incursión en variados géneros: comedia (se dice que treinta en verso y prosa), tragicomedia, comedias- ballet, farsas, entre otras. Escogimos su obra, “Tartufo”, para comentarla.
Su preparación académica inicial la realiza en el colegio jesuita Collêge de Clermont, escuela de rígidas reglas las que no le impidieron que subiese por primera vez al escenario del colegio demostrando su marcado interés por el teatro y la actuación.
Al terminar los estudios se incorpora a trabajar como ayudante de cámara ordinario y tapicero del rey, actividad que combina con sus estudios de abogacía de los que no se conoce si en efecto concluyera.
Más tarde decide abandonarlo todo y consolidarse en la actuación y las letras hasta el mismo momento de su muerte.
Entre algunas de sus obras están: “El enfermo imaginario”, “El misántropo”, “El avaro”, “Don Juan”, “El burgués gentilhombre”, “El médico a palos”, “Las preciosas ridículas”, “La escuela de las mujeres” y “Tartufo”.
La obra de Moliêre, “La escuela de las mujeres”, estrenada en el Palais-Royal en diciembre de 1662, es una comedia en versos que comprende cinco actos; ganó el favor del rey Luis XIV por ser toda una pieza maestra. Su teatro sintetiza la sociedad francesa del siglo XVII. Posee las más auténticas raíces forjadoras de la nacionalidad.
Sus personajes conservan la vigencia hasta nuestros días por la esencia humana que deriva de ellos. Moliêre es considerado genio legítimo popular de Francia, hijo y nieto del tapicero de la corte de Luis XIV, con quien comparte un día su cena (cuadro pintado por Gerôme (1863), aunque este hecho no ha sido confirmado como auténtico.
Elevó la comedia de intriga a su más alto grado de producción apoyándose en las trazas de la comedia italiana junto a la cual trabajó alguna vez los elementos de la farsa para integrar la gran comedia francesa en la que están presentes los tipos y costumbres de la nobleza y la incipiente burguesía.
Supo adaptar la comedia a las formas convencionales del teatro francés y unificar música, danza y texto en las representaciones.
Experto en pintar la naturaleza del hombre (debilidades y vicios) porque los comprendía y porque podía ponerse en el lugar del otro, así, su denuncia tomaba cuerpo en carcajada. Era un hombre de su siglo pero distante en el tiempo lo que hace posible que en pleno siglo XXI aún podamos identificarnos con él.
Ridiculiza con sarcasmo a las clases dominantes, no obstante la trascendencia que ya tenía su obra en Francia, y de gozar de la protección del rey Sol. Fue un hombre flagelado, justamente de esa adversidad nace Tartufo debutando entre obstáculos en 1664; ese mismo año la obra había sido prohibida y una lectura ante el cardenal Chigi, sobrino y legado del papa Alejandro VII, incita a Pierre Roullé, cura de la parroquia de Saint Barthelèmy, a publicar un panfleto contra el comediante. Según testimonio que registra el célebre actor La Grange, integrante de la compañía de Moliêre, ya en la época del Palais-Royal, Tartufo había sido representada en Raincy, en casa de la princesa Palatina por orden del príncipe de Condé.
Algunas fuentes dicen que el mismo rey le pidió escribir el primer trazo y utilizarlo a modo de declaración de guerra contra los falsos devotos enmascarados que encubrían sus maniobras políticas tras la Compañía del Santo Sacramento.
Moliêre hace una nueva versión que irremediablemente se convirtió en arma de doble filo, pues además de pintar con palabras la hipocresía, en Tartufo hay insinuaciones puntuales que aluden a la justicia que establece Luis XIV, a intrigas en el orden gubernamental en las que Orgón había estado implicado cuando la tenebrosa etapa de la Fronda.
Moliêre anuncia en la obra, desde su iluminado enfoque, la descomposición del régimen y el desenlace turbador del reinado de Luis XIV y se adelanta a señalarlo con su ironía mordiente.
Las obras de Moliêre cambiaron definitivamente el teatro clásico francés. A la fecha, se les sigue rindiendo homenaje y se continúan estudiando e interpretando como exponentes que fueran de la comedia francesa.
Sobre la obra expresaría Goethe estas conmovedoras y halagüeñas palabras: “Moliêre es tan grande que nos vuelve a asombrar cada vez que lo leemos. Es un hombre aparte; sus piezas confinan con lo trágico y nadie ha tenido el valor de imitarlas… En una pieza de teatro, cada una de las acciones debe ser importante en sí misma, y tender hacia una acción más grande todavía. Tartufo es, desde este punto de vista, un modelo. ¡Qué exposición la primera escena! Desde el comienzo, todo tiene gran significación, y hace presentir algo más importante aún. La exposición de Tartufo es única en el mundo”.
La obra “Tartufo” se centra entre la relación de Orgón, burgués adinerado y autoritario, con su familia. Aparece Tartufo, falso devoto y manipulador, hospedado en casa de Orgón, quien se convierte en el director espiritual de este y pretende casarse con Mariana, hija de Orgón, quien a su vez está enamorada de Valerio.
Tartufo, además, intenta seducir a Elmira, segunda esposa de Orgón, quien es más joven que su marido y al que constantemente avisa acerca del engañoso actuar del falso devoto.
Finalmente, cuando Tartufo es desenmascarado, intenta echar al crédulo Orgón de su propia casa envolviéndolo en enredos y patrañas que hablan de donaciones firmadas por él.
La demanda llega al rey quien toma la decisión de anular las donaciones para devolver antiguos favores que debe a Orgón, y detienen a Tartufo.
Te dejo una muestra de la literatura perteneciente al período barroco. Lee “Tartufo” si te es posible, e indaga más en la historia de esta obra clasicista francesa que guarda tantas historias de personajes que hicieron alboroto en su tiempo, y que quizá tengan cierta coincidencia con alguno que conozcas.